Esto significa que a las células y tejidos de las extremidades no les está llegando suficiente flujo sanguíneo, y por lo tanto tampoco oxigeno y alimento. También la sangre se lleva los desechos sobrantes y toxinas, por lo que podemos hacernos una idea de los problemas que puede ocasionarnos si el problema se alarga en el tiempo.
Síntomas de mala circulación
Como ya hemos comentado, tener las extremidades con baja temperatura, sentir pinchazos como de agujas o un simple hormigueo en los miembros son algunos de los más conocidos síntomas, pero hay algunos más que exponemos a continuación:
- Entumecimiento de brazos y piernas.
- Dolor y calambres en manos y pies.
- Edemas en las piernas.
- Dificultad para curar úlceras en pies y manos.
- Uñas quebradizas en pies y manos.
- Pérdida de sensibilidad en las extremidades.
- Migrañas y dolores de cabeza.
- Color azulado en dedos y uñas.
- Aparición de varices.
- Prurito en brazos y piernas.
- Calambres en glúteos y piernas.
- Falta de fuerza en manos y pies.
- Dificultades para caminar.
- Mareos al levantarse.
Posibles causas
Las causas de mala circulación pueden ser diversas, pinzamientos nerviosos, contracción muscular por malas posturas, inflamaciones, exposición a bajas temperaturas o muchas otras. Lo primero que debemos es acudir al médico para detectar la causa, y a partir de ahí hay muchas alternativas naturales para ponerle remedio.
A veces son nuestros malos hábitos como abuso de alcohol, exceso de cafeína, tomar drogas o fuertes medicamentos, falta de higiene postural, deficiencias nutricionales o excesivo estrés, los que pueden provocar una deficiente circulación sanguínea en las extremidades.
En otras ocasiones las causas pueden ser por complicaciones de salud más serias como obstrucción de las arterias periféricas, arteriosclerosis, enfermedad de Raynaud, enfermedades coronarias, arritmia cardíaca, deficiencias del riñón, afecciones pulmonares, diabetes, hipertensión u obstrucción de los vasos sanguíneos por coágulos de sangre.
Mejorar el estilo de vida
Lo ideal en este caso es hacer un tratamiento combinado. Sea cual fuere el diagnóstico de nuestro médico y las medicinas que nos recete para sanar el problema, ciertos cambios en el estilo de vida, una alimentación sana y algunos remedios caseros ayudarán no solo a aliviar los síntomas sino también, a la sanación total.
Fumar menos, no tomar alcohol como hábito, caminar más, hacer bicicleta y gimnasia para brazos y piernas, natación o actividades acuáticas, son actividades que vienen muy bien. Una caminata de 40 minutos, es accesible para la mayoría y trae mejoras increíbles. También es recomendable usar ropa holgada sobre todo para dormir, y evitar las bajas temperaturas.
Alimentación natural
Consumir alimentos ricos en vitamina C activará nuestra circulación. Los que tienen bastante vitamina C son los cítricos como limón, naranja, kiwi, pomelo y lima, además de otras frutas como la guayaba, toronja, fresas, bayas o frutas del bosque rojas, sandia y melón. También son ricos en vitamina C los tomates, espinaca, pimientos verdes y rojos, coles de Bruselas y perejil.
La sandia, los tomates y las fresas además aportan Licopeno, que activa la circulación sanguínea. Otra vitamina imprescindible para la buena circulación es la vitamina E. Podemos encontrarla en gran concentración en los vegetales de hoja verde como espinacas o brócoli, también en la levadura de cerveza o el germen de trigo. También vienen bien la verduras y frutas ricas en potasio como el plátano.
Algunos aceites ricos en vitamina E y con alto porcentaje de Omega 3 son aceite de sésamo, aceite de nueces, aceite de palma, aceite de almendra, aceite de oliva, aunque también en este caso es aconsejable consumir sus frutos, aceitunas, almendras, nueces, avellanas, sésamo, y semillas de girasol. También recomendable complementar la dieta con yemas de huevo, pescado azul y comprimidos de alga espirulina para mejorar la circulación.
Sería conveniente evitar en la dieta los alimentos ricos en grasas saturadas como los productos lácteos enteros, como mantequilla, nata, embutidos, repostería industrial, pues los triglicéridos y el colesterol aumentaran considerablemente la viscosidad de la sangre y esto afecta directamente a la circulación. Tampoco tomar exceso de sal o sodio, que absorben agua y también afectan a la liquidez de la sangre.
Un complemento muy útil son los proteolíticos, que bajan de forma muy eficiente la inflamación. Puede ser la bromelina de la piña, que podemos encontrarla en complementos de farmacia como el ferdinand fortes, o el serrazimes, que procede de hongos y no de la piña, pero que tiene efectos incluso más efectivos. tomar entre 3 y 5 al día alejados de las comidas.
Remedios naturales
Además de llevar una alimentación natural, con pocas grasas saturadas y rica en verduras, es una buena forma de ayudar a la circulación acompañar con algunos remedios caseros que vienen muy bien para activar el flujo sanguíneo en las extremidades:
Aplicar el jugo del Aloe vera o Sábila fresco a las partes afectadas. Conviene también consumir tres cucharadas de este jugo alejadas de las comidas.
Aplicar aceites esenciales: diluir aceite esencial de lavanda en aceite de almendra o coco, y masajear las piernas, pies, brazos o manos.
Tisanas de hierbas: té de milenrama y jengibre, infusión de cola de caballo, el muérdago, la pasiflora, el ginko biloba, el tomillo, la salvia o el romero van muy bien para activar la circulación. Toma la que tengas a mano, déjala hervir 15 minutos a fuego lento, después deja reposar otros 5, colar y tomar antes de cada comida.
Comer uno o dos dientes de ajo en ayunas, o añadir bastante ajo a nuestra dieta diaria también ayudará bastante a activar el riego sanguíneo, para evitar la formación de placas y así prevenir de la arteriosclerosis.
Consumir un litro de agua mineral en ayunas, tomando vaso a vaso, lentamente, ayudará a hacer más fluida la circulación además de tomar suficiente líquido saludable durante el día como tisanas, jugos de frutas y verduras frescas, leches y caldos vegetales.
Aplicar cataplasmas de arcilla en las zonas afectadas, esto ayudará a no solo mejorar la circulación sino también los edemas y varices ocasionadas por su causa.
Bañar los pies y las manos en agua caliente con pimienta cada noche es un remedio antiguo que ayuda a activar la circulación de las extremidades.
Baños con raíz de jengibre para pies y manos, que consiste en mezclar un cuarto de raíz de jengibre molida en dos litros de agua caliente y después introducir los miembros afectados.
Verter una taza de menta fresca en un galón de agua recién hervida, aprovechar para mantener durante 15 minutos con los pies dentro y luego secarlos bien.Una cucharada de romero con otra de ruda en medio litro de agua y hervir durante diez minutos, una vez enfriado utilizar para lavar los pies y manos.
Baño con romero, saúco, cola de caballo, bardana y consuelda. Añadir un puñado de estas hierbas en abundante agua hirviendo, dejar que repose durante unos 30 minutos y colarlo antes de añadirlo al agua de la bañera. Tomar un baño de 15 minutos y después envolverse en la toalla otros diez minutos.
Tomar un baño de cebollas, hirviendo en 10 litros de agua un kilo de cebolla, y añadir el caldo a la bañera con agua tibia, mantenerse en el mismo durante unos diez minutos.
Todos estos remedios tradicionales le prestaran un gran alivio a los síntomas a la vez que van activando la circulación de todos los miembros.
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